La policía local paquistaní se niega a sancionar la turba violenta que intentó quemar vivos a una familia cristiana.
Pakistán es notoria por su opresión de los cristianos. Boota Masih, un cristiano que vive en la ciudad de Islamabad fue atacado por una multitud enfurecida que incendió su casa, intentando quemarlos vivos, reportó un grupo de defensa cristiana.
Aquel día estaba reunido en casa con su familia, cuando de repente golpearon la puerta ferozmente, exigiendo que venga fuera. El líder de la mafia le ordenó abandonar su hogar, incluyendo todas sus pertenencias, o enfrentarse a consecuencias graves. «Me negué a dejar mi casa, yo había pagado por ella y nadie tenía derecho a pedirme que me fuera.» explicó Masih.
En respuesta, la multitud enojada comenzó a golpearlo con barras de metal y palos, sacándolo fuera y encerrando a su familia dentro de una habitación, prendiendo fuego a la casa. Aunque todo fue destruido, Masih fue capaz de rescatar a su familia. «Rompí la puerta con todas mis fuerzas, desesperado por salvar a mi familia», dijo Masih. Pronto otros cristianos locales vinieron a rescatarlos, se apagaron las llamas y llamaron a los bomberos.
Las autoridades locales aún se niegan arrestar a los culpables; pero Masih fue arrestado por supuestas manifestaciones contrarias a su fe. Pese a ello, Dios no lo desampara, este suceso ha llegado a oídos de muchos que están proveyendo a su familia de bienes y respaldo, pero sobretodo en palabras de fe y esperanza.
Fuente: http://www.gospelherald.com/
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